La isla de Aix, una pequeña perla frente a las costas de Charente-Maritime, es un remanso de paz sin coches, accesible únicamente en barco. Con sus playas, calas, casas con persianas de colores y un rico patrimonio napoleónico, ofrece una escapada atemporal. A pie o en bicicleta, podrá descubrir una naturaleza preservada y un ambiente auténtico, entre fortificaciones, museos y panoramas del Fuerte Boyard.
Distancia desde el camping: 25 km